sábado, 16 de noviembre de 2013

Capítulo 17: La bicicleta puede ser muy buen medio de transporte urbano

El coche, la moto, la furgoneta... pero también la bicicleta.


Imagen 1: Avenida verde en una ciudad. Fuente: http://www.amarilo.com.co/

En los últimos años estamos conduciendo nuestras ciudades hacia un urbanismo mucho más limpio y verde, pensando en medios de transporte más ecológicos, menos contaminantes. El vehículo motorizado ha sido, casi desde su invención, el más usado -tras el andar-  para desplazarse por la ciudad, más aún en aquellas urbes medianas y pequeñas donde el transporte público no es tan abundante, ya sea por falta de fondos, o por no ocupar la ciudad una superficie tan significativa como para tener un número interesante de líneas. Pero en estos años se está fomentando de nuevo -y digo de nuevo porque en la década de los años 20 del siglo pasado fue muy habitual su uso- la bicicleta como medio de transporte urbano.

Como muchos saben la cuna del ciclismo urbano se halla en Holanda, Estado donde nació el primer carril bici conectando las ciudades de Tilburg y Breda. A partir de ahí el número fue creciendo hasta tener actualmente más de 15.000 kilómetros de carriles bici, más bicicletas que habitantes, e infraestructuras auxiliares para este medio: parkings, puentes, túneles, descansaderos, etc. La fecha clave para la expansión del ciclotransporte fue 1973, con la crisis del petróleo. Muchos países del centro de Europa reaccionaron invirtiendo en transporte alternativo y la bicicleta como medio urbano renació. En España esto no ocurrió y es ahora cuando se está empezando a ver, 30 años después.

Hoy en día es fácil encontrar estos elementos por todo el mundo, algunos con mejor o peor implantación. En España algunos ciudades presumen de tener infraestructuras de muy buena calidad para los ciclistas, todas ellas creadas en los últimos 15 años. Tal es el caso de Sevilla, Zaragoza o San Sebastián que encabezan la lista de ciudades con mejor infraestructura ciclista de España en un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en agosto de 2013 con calificación de "Muy bueno" para la primera y "Bueno" para las otras dos. Pero la gran mayoría de ciudades no disponen de una buena red.

Imagen 2: Red ciclista de Sevilla. Se puede ver como conecta el centro con prácticamente todos los barrios en 140 km de vía. Fuente: http://www.sevilla.org/sevillaenbici/pdf/Redcarril/ViasCiclistasSevillaFolleto.pdf

Los siete requisitos que deben cumplir las vías ciclistas son:

  1. Directa: Una red de tramos lo más rectos, directos y cortos posibles, que no desorienten ni se crucen con otras vías.
  2. Conectada: De nada sirve crear tramos aislados por la ciudad. Deben tener una conexión entre ellas, deben formar una red por la ciudad. También se busca conectar las afueras y los accesos de la ciudad con el centro.
  3. Interpretable: Todos los usuarios de las calles deben saber, en el momento en que ven un carril bici, interpretarlo. Deben conocer las prioridades peatón-ciclista-automóvil y por ello la red de bicicleta debe tener una buena señalización.
  4. Comodidad: Una red de ciclotransporte será más práctica si carece de estrechamientos, baches, etc. Las vías deben tener pavimento antideslizante, estar bien conservadas, evitar curvas, en el caso de tener que hacer giros, demasiado cerradas. 
  5. Uniformidad: Según el informe de la OCU una vía ciclista debe tener un mínimo del 80% de las características de su recorrido iguales. Mismo color de pavimento, unidireccional o bidireccional, discurrir por el mismo lado de la calle sin tener que cruzarse un número importante de veces, etc.
  6. Priorizada: Será más práctica la vía para el usuario si ésta discurre por avenidas y vías principales ya que suelen conectar más polos importantes de la ciudad. Además la vía ciclista no debe ir por la acera, que ya de por sí suelen ser las partes más estrechas de las calles, sino por la calzada, como vehículo que es a fin de cuentas.
  7. Extensa: Esto no significa que haya que construir a diestro y siniestro, sino que una buena red -y esto enlaza con el requisito 2- conecta todos los barrios con el centro, no solo parques o áreas concretas como suele ocurrir en muchas ciudades. Si se hace, se hace bien.
Dejando a un lado estos requisitos vamos a ver que tipos de vías ciclistas existen.

  • Vía ciclista: Culquier vía acondicionada para el tráfico de bicicletas con señalización tanto horizontal como vertical.
  • Ciclo-senda: Vía mixta para peatones y bicicletas. Se encuentra separada de la calzada para vehículos motorizados y generalmente discurre por espacios verdes: parques, jardines, bosques...
  • Pista bici: Vía ciclista separada de la calzada de vehículos motorizados y con un trazado diferente al mismo, libre.
  • Carri bici no protegido: Vía adosada a la calzada sin ningún tipo de separación.
  • Carril bici protegido: Igual que la anterior pero con elementos como bolardos, bordillos, luminarias, etc. que lo separan del tráfico motorizado.
  • Acera-bici: Vía ciclista adosada a la acera. Este tipo conviene ser evitado pues como se ha dicho previamente los carriles bici deben estar en la calzada.
  • Vía compartida: Vía por la que circulan tanto vehículos motorizados como no motorizados con preferencia de estos últimos. Este tipo es apropiado para calles estrechas donde no se puede restringir el tráfico motorizado.

Imagen 3: Modelo de carril-bici protegido. Fuente: www.elbarriletedeisla.com

Los Ayuntamientos, por lo general, tienen una asignatura pendiente en lo referente al fomento del tráfico ciclista. Exceptuando los casos antes nombrados todas aquellas ciudades que están construyendo vías ciclistas lo están haciendo con algún error, ya sea en el trazado, en el entorno, en la convivencia con los demás vehículos y peatones... por ello es apropiado que se den a conocer esos siete requisitos, siete factores a tener en cuenta en todo momento si se quiere construir una red práctica que motive su uso, un uso que debe ser responsable y correcto. Las vías ciclistas son para los ciclistas y, en algunos casos, para skaters y otros patinadores, según las ordenanzas de cada ciudad. Es habitual encontrar otros usos como contenedores obstaculizando el tránsito, invasión de peatones (cuando la vía y la acera o camino están adosadas), etc. Hay que respetar cada parte de la calle en función de su misión.

 Imagen 4: Un contenedor ocupa uno de los dos carriles que forman esta vía ciclista en Alcalá de Henares. Foto propia.

Y, ¿cuánto cuesta la construcción de una red ciclista?
Según el informe de la OCU, el precio medio aproximado por kilómetro de vía es de 200.000 euros, incluyendo el desplazamiento de mobiliario urbano, los semáforos especiales, la protección contra la calzada, etc. ¿Caro? Pues investigad cuánto cuesta un kilómetro de tranvía, metro, carretera, o ya puestos, de vía de doble calzada. A fin de cuentas se están creando pequeñas carreteras para un vehículo más ligero, no contaminante y con otros tantos puntos a favor que después se comentarán.

Otro de los puntos a tocar en estos cambios en la movilidad es el de restringir todo lo que se pueda el uso del vehículo motorizado: Cambiar los diseños de las calles a favor del peatón y el transporte no motorizado, adaptar los carriles bici a cada vía, evitar la construcción de obras que fomenten el coche, tratar de no crear un urbanismo muy extensivo, dar uso a todas las parcelas vacías que existan dentro de la ciudad no solo para edificios de viviendas sino para parques, jardines, servicios, que hagan que no haya un desplazamiento grande entre varios puntos de la misma ciudad. También como se ha dicho en varias ocasiones, bajar las vías ciclistas a la calzada, pues son vehículos, y protegerlas del tráfico motorizado con bajos bordillos, bolardos, luminarias alimentadas con energía solar y acumuladores para la noche, etc.

Por último, vamos a hacer un Versus entre bicicleta y coche para tomar una decisión final -por si no la supiéramos ya- de qué vehículo es mejor.

  1. La bicicleta es energéticamente eficiente. Solo se gasta la energía del propio conductor, es decir: SE HACE DEPORTE de una forma moderada. Con el coche apenas consumes 100 calorías por cada 100 kilómetros.
  2. Mejora la salud física y mental, no hace ruido y protege el clima. El vehículo motorizado emite gases nocivos, hace ruido tanto por el motor, como por el claxon o la rodadura con el asfalto o el adoquinado.
  3. Es fácil de usar. También lo es un coche siempre y cuando te hayas sacado el carnet de conducir y hayas practicado una temporada. Y no siempre es así.
  4. Apropiada para cualquier edad. Desde niños, cuando se aprende a usarla, hasta los ancianos pueden manejar perfectamente una bicicleta.
  5. Evita la congestión de tráfico y por tanto la pérdida de tiempo para llegar al lugar de trabajo, de ocio, a casa, etc. Con el coche todo el mundo sabe lo que pasa en las horas punta.
  6. 4000 euros es el ahorro medio anual que cada ciclista se hace por elegir la bicicleta al coche.
Las siguientes tres imágenes, extraídas de la página http://www.ison21.es/ muestran la comparación de espacios ocupados entre coches y bicicletas.

Imagen 5: Espacio ocupado por coches, autobús urbano y bicicletas para llevar al mismo número de gente.
Imagen 6: 42 bicicletas plegables ocupan una plaza de aparcamiento de coche.
Imagen 7: Una opción muy clara para aparcar bicicletas.


Queda demostrado que los Ayuntamientos deben esforzarse más por el fomento del uso de la bicicleta en las ciudades. Con medidas como estas se generará una ciudad mucho más limpia y saludable, sin tantas emisiones de gases. Una ciudad donde se pueda pasear, transitar, comunicarse, relacionarse, disfrutar.