En el mismo Polo Norte comienza un periodo de 6 meses de luz solar constante, los mismos meses que ha tenido el Polo Sur hasta esta noche, donde el sol se ha puesto para regresar en septiembre. Atrás quedan por tanto en el Polo Norte 6 meses de noche que comenzaron en el equinocio de otoño y que tuvieron su apogeo en el solsticio de invierno, momento en el que el Circulo Polar Ártico tuvo 24 horas de noche seguidas. Ahora, cuando llegue el solsticio de verano el Círculo tendrá 24 horas seguidas de sol.
Todos estos fenómenos se los debemos a la inclinación del Eje de la Tierra, ese eje que dicen los periodistas que varía cada vez que hay una fenómeno extremo que afecta a gente (si no hay gente se ve que no varía). Resulta que los grados de inclinación no fallan. El Ecuador se encuentra a 0º, se sabe. Los trópicos de referencia, los de Cáncer y Capricornio, se encuentran a 23º 27', exactamente la misma inclinación que tiene el eje de la Tierra. Los Circulos Polares, Ártico y Antártico, se encuentran a 66º 33', o lo que es lo mismo a 90º de los Polos menos 23º 27'. Pero bueno al fin y al cabo estas lineas imaginarias de referencia lo son por estar a esas latitudes.
Gracias a la inclinación de la Tierra hay un punto del Circulo Polar Ártico que se encuentra en la parte superior del Planeta, en lo que sería el Polo si el eje no estuviera torcido. Por lo tanto el Polo Norte no está arriba del todo sino 23º 27' desviado respecto a la vertical del planeta. Osea, se muestra expuesto al Sol o a la oscuridad. Los solsticios son los puntos de máxima exposición a uno u otro que tiene un Polo, y a la vez es cuando la horizontal del sol se encuentra a más latitud (de verano si está en Cancer, y de invierno si está en Capricornio). Los equinocios son los dos puntos en que la horizontal del Sol pasa por el Ecuador y por tanto los dos Polos reciben la misma energía, 0. En cuanto el Sol tienda a subir hacia Cancer, el Polo Norte irá recibiendo más energía pues el sol estará cada vez más alto y nunca se pondrá. El punto más alto lo alcanzará en el solsticio de verano, a 23º 27' sobre el horizonte, momento en el que volverá a caer paulatinamente hasta desaparecer en el equinocio de otoño y comenzará el proceso de luz en el Polo Sur.
Todo esto parece muy lioso pero en realidad no lo es, la clave es ese número mágico, esa inclinación, esa latitud. Teniendola en cuenta todo es más sencillo. Coged el globo terrestre y una linterna que apunte horizontalmente. Comprobadlo vosotros mismos.
