Con la
inauguración del ahora puente nuevo o Puente de los Poetas y el posterior corte
al tráfico del Puente de Piedra han ido apareciendo numerosos artículos
hablando de tales eventos. Uno de ellos, hace unos días, incluía las opiniones,
de lo más variopintas, de algunos vecinos de la margen izquierda. Mientras unos
abogaban por mantener cerrado el Puente de Piedra para la conservación del
patrimonio y el bienestar de la ciudad otros proponían abrir en un solo sentido
el románico puente o incluso hacer un viaducto en la zona conocida como
Entrepuentes amén de considerar en algún caso el Puente de los Poetas como una
autovía. Leyéndolos no podía dejar de pensar en la existencia de un perfil de
ciudadano que, al tratar temas de la ciudad vela más por sus propios intereses
que por los del conjunto de esta gran familia que somos los habitantes de
Zamora y, por ende, por esta gran casa que nos acoge que es Zamora. No todos
los entrevistados, recalquemos, pero unos cuantos hablaban así.
Imagen 1: Parte de la vista panorámica del Casco Histórico de Zamora desde el Puente de Hierro
Zamora
es una ciudad con poca población y no hay una necesidad tan grande de coche
como para usarlo como excusa, ni siquiera para los habitantes de los barrios
sureños. Zamora crece hacia el este, lentamente, pero crece. No es justo ni
lógico centrar el urbanismo en el tramo correspondido entre Olivares y el
Puente de Hierro, es decir, en el Casco Histórico y aledaños. Con esto pretendo
decir que no hay razón para que exista la idea de construir un nuevo viaducto
en Entrepuentes, y, ni mucho menos, reabrir el Puente de Piedra. Señoras y
señores, hay más Zamora entre la Avenida de Portugal y Vista Alegre. Hay
barrios con sus comercios, sus servicios, sus viviendas… Zamora no es solo
Casco Antiguo. Y esto no es solo para aquellos que piensan tan individualmente,
aquí no se puede salvar nadie. No es de recibo crear un puente, en pleno siglo
XXI con un solo carril por sentido y por el que apenas pueden circular vehículos
de gran longitud. No hay que hacer oídos sordos a las opiniones vecinales sino
buscar términos medios que beneficien a la ciudad: Facilitar accesos a los
puentes ya construidos, mejorar las
líneas de transporte público preguntando a los vecinos cuáles son los destinos
más usuales, etc. pero desde luego no construyendo un viaducto en Entrepuentes,
rompiendo la calidad paisajística y la armonía de uno de los pocos cauces
naturales que existen en nuestro país dentro de una ciudad, con una de las
vistas más hermosas de Zamora que es la del Casco Histórico y el Puente de
Piedra desde el Puente de Hierro, entre otros; ni reabriendo el Puente de
Piedra al tráfico, impidiendo la conservación de un monumento medieval
construido para el paso de personas, animales y carros, no para coches.
Mientras no exista un pensamiento colectivo general, una corriente que abogue
por la ciudad y no solo por el individuo, Zamora seguirá siendo la urbe de la
que tanto nos quejamos en los bares.
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